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Foto del escritorLauren Camargo

Abbott ordena instalar alambre con Navajas entre Texas y Nuevo México


En los últimos meses de gobierno de Donald Trump, empezó a cobrar fuerza un nuevo plan para sellar la frontera de Estados Unidos con México: una barrera flotante para disuadir a los migrantes de intentar cruzar a través del río Grande. La idea nunca se materializó, pero el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, la ha puesto en marcha tres años después, iniciando así un conflicto judicial con la Administración del demócrata Joe Biden. Texas instaló este mes un muro de boyas de color naranja del tamaño de una bola de demolición en el río Grande, tan largo como tres canchas de fútbol consecutivas. Migrantes caminan junto a la cadena de boyas a la altura de Eagle Pass, Texas, el 16 de julio de 2023.SUZANNE CORDEIRO / AFP via Getty ImagesEs una estrategia no probada para disuadir a los inmigrantes a lo largo de la frontera, que ya está fortificada en amplios tramos con altas vallas de acero y alambre de cuchillas. Y su instalación ha llevado a Texas a un nuevo enfrentamiento con la Administración de Biden sobre las políticas de inmigración en las 1,200 millas (1,930 kilómetros) de frontera que este estado comparte con México. El Departamento de Justicia ha pedido a una corte federal que ordene a Texas retirar las boyas, alegando que la barrera plantea problemas humanitarios y medioambientales en la frontera. Abbott ha desestimado la demanda, aclamado por sus aliados conservadores, deseosos de casos judiciales que faculten a los estados para adoptar medidas más agresivas contra la inmigración. Esta batalla legal se produce mientras la Administración Biden defiende ante los tribunales una nueva norma de asilo. Un juez federal bloqueó el martes la política que el Gobierno considera una forma de controlar la frontera sur al tiempo que mantiene vías para que los inmigrantes puedan presentar solicitudes de asilo válidas. La orden del juez no entrará en vigor hasta dentro de dos semanas. Esto es lo que hay que saber sobre la barrera fluvial: El muro flotante Al igual que otras piezas de la multimillonaria misión fronteriza de Abbott conocida como Operación Estrella Solitaria, el plan de colocar las boyas se rescató donde lo había dejado Trump. El comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) en 2020 era Mark Morgan. Éste confirmó el martes a la agencia de noticias The Associated Press (AP) que aprobó el proyecto para desplegar la misma barrera flotante en el río Grande que ahora ha instalado Texas. En agosto de ese año, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército publicó una convocatoria para un “sistema de barrera de boyas” que “mitigaría la capacidad de los nadadores para trepar” por encima o por debajo.

Morgan lo llamó un "muro de agua". "En realidad, se diseñó como una solución provisional para las zonas de gran afluencia en las que no disponíamos de una estructura física”, explicó. Portavoces de la CBP no respondieron el martes a preguntas de AP sobre los planes de 2020. La Comisión Federal de Fronteras y Aguas Internacionales, cuya jurisdicción incluye la demarcación de fronteras y la supervisión de los tratados entre Estados Unidos y México, dijo que no había recibido información de Texas sobre la barrera flotante del estado.


Los expertos han expresado su preocupación por la posibilidad de que las boyas alteren el caudal del río o de que los objetos queden atrapados en ellas. Morgan, que ahora es miembro visitante de la conservadora Heritage Foundation, dijo que las revisiones ambientales bajo Trump plantearon problemas con la barrera, pero aseguró no recordar detalles específicos. “Al igual que el muro físico en sí, correcto, hay una variedad de cosas que puedes hacer para acomodar eso”, indicó.


Hasta entonces, quedarán unos 1,000 pies (305 metros) de barrera en una porción del río Grande que separa Eagle Pass (Texas) y Piedras Negras (México). El Gobierno mexicano también ha expresado su preocupación por la barrera, alegando que puede violar los tratados de 1944 y 1970 sobre fronteras y aguas. La demanda de la Administración Biden acusa a Texas de violar la Ley federal de Ríos y Puertos. Vanita Gupta, fiscal general adjunta, dijo que Texas “desobedeció la ley federal” y corre el riesgo de perjudicar la política exterior de Estados Unidos. Las boyas son la última escalada en la estrategia de las autoridades texanas, que también incluye el despliegue de miembros de la Guardia Nacional, cárceles que albergan a los migrantes detenidos por cargos de allanamiento y autobuses llenos de solicitantes de asilo enviados a ciudades donde gobiernan demócratas. "Nos vemos en los tribunales, señor presidente" Abbott ha intentado posicionar a Texas como el principal antagonista de las políticas fronterizas del Gobierno de Biden. El año pasado, gobernador ganó sin dificultades los comicios para un tercer mandato tras una campaña centrada en las políticas fronterizas. [Agentes hallan a migrante embarazada en Eagle Pass, Texas] En una carta enviada a Biden esta semana, Abbott afirmó que el estado está actuando dentro de sus derechos para proteger sus fronteras. “Texas le verá en los tribunales, señor presidente”, dijo. El gobernador reiteró que las políticas migratorias de Biden son las que están poniendo en peligro a los inmigrantes porque no les disuaden de emprender el viaje a Estados Unidos.


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